Velásquez ¿El lugarteniente del Chelis?
Ayer por la tarde la directiva del Puebla tomó la decisión de separar del plantel a Joaquín Velásquez, quien fuera el capitán del equipo durante toda la era Chelis.
La información oficial de su separación estará sustentada en una baja de juego del defensor camotero, en realidad los motivos que originaron su salida están relacionados con la confirmación de un boicot de parte de José Luis Sánchez Solá, quien a través de Velásquez, mantenían amenazados al resto de los jugadores del plantel.
Fuentes al interior del equipo sostienen que José Luis Sánchez Solá, se dedicó a contratar a jugadores con la condición expresa de que le entregaran entre el 10 y el 20 por ciento de sus sueldos.
Algunos de los jugadores decidieron confiarme esta información, asegurando que el Chelis sumaba cobros cercanos al millón y medio de pesos mensuales, a cambio de mantenerlos en el plantel camotero.
De acuerdo a esta información, los únicos jugadores que estaban dispuestos a ceder ante las peticiones del Chelis, eran los considerados cartuchos quemados, a los cuales el técnico poblano revivía a cambio de esos pagos en efectivo.
Quizá eso explique la permanencia y el regreso de jugadores como Marco Antonio Capetillo, Nicolás Vigneri y Melvin Brown, entre otros.
Otra de las prácticas que fueron denunciadas a este columnista, se centran en la forma en la que fueron debutados algunos jugadores jóvenes, quienes no escaparon al pago de las cuotas por ser considerados en la plantilla del cuadro de la Franja.
Y como todas las mafias, la cabeza de mando no era directamente el Chelis, sino el inefable Carlos Hurtado quien, presuntamente, en complicidad con el Chelis, pactaban las negociaciones de los jugadores; Joaquín Velásquez hacía de lugarteniente, siendo el contacto directo con los jugadores.
Joaquín Velásquez inició el boicot en contra de Ricardo Henaine y del nuevo técnico José Luis Trejo, quien inocentemente, puso a Joaquín Velásquez como último hombre de la defensa, que sospechosamente vio pasar a Itamar Batista para que anidara el balón en la meta poblana en tres ocasiones consecutivas.
Un dato sobre que revela la liga del Chelis con “el Morocho” Velásquez, regresado del Veracruz de la primera división A, cuando la lentitud que siempre caracterizó a este jugador se agravó por su propia veteranía. Pese a su cuestionable reincorporación, el central recibió el gafete de capitán, quitándoselo a Luis Miguel Noriega.
No es un secreto que la defensa del Puebla sea considerada la más lenta del circuito, ocasionando crisis en los últimos dos partidos, siendo el responsable principal este consentido de Sánchez Solá.
Sin duda, el mérito del Chelis estriba en haber parchado las carencias de su plantel, obteniendo buenos resultados, lo cual no justifica el haber condicionado las contrataciones de los futbolistas a cambio de pagos por debajo de la mesa.
Hay que decir que este tipo de prácticas existen en diverso equipos profesionales, no sólo de México.
Lo que hace más grave esta situación, es que, según datos que recibí de estos jugadores, el Chelis intentó boicotear a su ex equipo, después de haber renunciado, ya que les aseguró que estaría de regreso junto con Bernat, antes de que terminara el campeonato.
En todas las mafias existe una cabeza principal, quien es el encargado de realizar las negociaciones con cada uno de los jugadores. Y aquí es en donde aparece el inefable representante de jugadores: Carlos Hurtado, quien es la pieza clave en esta maraña de corrupción.
Debo confesar que en un inicio, me resistí a creerlo, pero la firmeza de los informantes me hizo pensar que la historia parece tener mucho sentido.
Por lo pronto, la crisis es innegable y el boicot más que sospechoso.
En breve veremos si la salida del Morocho endereza la nave o la termina de hundir.
Veremos y diremos.
Enrique Núñez
Intolerancia Diario
Contracara
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