domingo, 29 de agosto de 2010

ESPANTO II


Luego de varios meses de librar la lucha más importante de su vida, don Fernando Cisneros Carrillo (Espanto II) perdió la batalla final ayer a las 07:00 horas en esta ciudad, a consecuencia de un problema cardiaco que lo mantuvo hospitalizado gran parte de los últimos tres meses.

Con su partida se cierra toda una época en la historia de la lucha libre lagunera, al ser el último de los grandes que baja del ring de la vida y, al igual que sus compañeros, dejando un hueco imposible de llenar en el medio luchístico.

Miembro de una de las dinastías más importantes de este deporte y orgullosamente lagunero, Espanto II abrió las puertas de su casa y el baúl de los recuerdos para contar su propia historia dentro del pancracio a las nuevas generaciones de aficionados.

Fernando nació el 25 de agosto de 1932 y es en esta ciudad, justo a un costado de la Catedral del Carmen, donde pasó sus primeros años de vida. “Ese era mi barrio, después nos cambiamos a la Vecindad Carrillo, situada sobre la Avenida Hidalgo entre Comonfort y García Carrillo, propiedad de mi tío, Teodoro Carrillo”.

El ex gladiador afirmó haber vivido una niñez feliz y recuerda que desde muy pequeño fue inquieto, aunque sentía un gran gusto por el estudio; su primaria la cursó en la Escuela México, donde conoció a “Chebo” quien sería su gran hermano, José Eusebio Vázquez Cisneros, con el cual convivió del segundo al sexto año, desde entonces hacían mancuerna para armar el relajo en los salones de la escuela.

Al terminar su instrucción primaria se separaron y debido a la necesidad existente por la difícil situación económica, ninguno de los dos continuó sus estudios, apoyar a la familia era la prioridad y estaban obligados a trabajar.

“Yo le ayudaba a una persona que vivía en Morelos y Comonfort, transportaba en un carrito de baleros, cajas con frascos de fruta curtida y dulces al express del ferrocarril, ubicado en Avenida Carranza y calle Blanco, después aprendí y era su ayudante en la elaboración de los dulces. También trabajaba en la tortillería que estaba en Juárez y calle Ocho, llevaba a moler el nixtamal”.

Como ayudante estuvo en la Panadería La Perla, donde acompañaba a los empleados a repartir pan por las colonias Metalúrgica y Vicente Guerrero, de las más importantes en aquel entonces. “En cada viaje que hacíamos me gustaba darme de ‘trompones’ con quien se pusiera enfrente, en ocasiones salía con tremendos moretones, pero no importaba; ya de regreso me regalaban botes con pan, que llevaba a mi casa para ayudar a la familia”.

Pese a todas las necesidades y limitaciones, don Fernando recuerda su niñez como una época feliz, al vivirla muy a su modo, si acaso un triste recuerdo de su padre, quien abandonó a la familia cuando él contaba apenas con 12 años de vida, situación que lo llenó de coraje ante la impotencia que sentía. A partir de ese momento todo fue lucha constante por sacar adelante a la familia y cuidar a su madre enferma.

Haber salido bueno para los “moquetazos” le valió posteriormente participar en el box amateur, en los torneos que se hacían en una perfumería de la Avenida Hidalgo, entre Rodríguez y Cepeda, organizados por los señores Jaik y Ayup.

“Cuando tenía 16 años, entré a trabajar a PALSA, ahí fui invitado a entrenar lucha libre en San Pedro por un señor llamado Juan Antonio, a quienes todos conocíamos como ‘El Buitre’, junto con Juan Abusaid y un grupo de muchachos, hacíamos el entrenamiento en aquella ciudad tres veces por semana.

“Aprendí y después me presentaron en el Palacio de los Deportes allá por 1953 con el nombre de La Furia, poco después me enviaron de mi trabajo a Monterrey. Aproveché mi estancia en esa ciudad para entrenar en la Arena Industrial y empecé a luchar en la Arena Colter para medirme a los grandes como Blue Demon, Rolando Vera, René Guajardo, Humberto Garza, Rubén Juárez, Henry Pilusso, Marco Tulio y El Califa, entre otros. En ese entonces yo pesaba alrededor de 90 kilos y fui bautizado por el promotor como ‘El Toro’ Cisneros”.

Al pedir su liquidación en la empresa para la cual trabajaba, tras negarse a emigrar a la ciudad de México, regresó a Torreón, donde encontró a Maciste y Joe Marín, quienes lo vieron con buenos ojos y lo tomaron de la mano para hacer de él un mejor gladiador, le transmitieron lo mejor de sus conocimientos en cuanto a bases luchísticas, de ahí que guarde el mejor de los recuerdos y un gran cariño por cada uno de estos personajes que influyeron en forma definitiva en su carrera sobre el ring.

El reencuentro con su hermano

“Al poco tiempo de mi regreso a Torreón, volví a encontrar a ‘Chebo’, lo invité a entrenar lucha libre y aceptó; me lo llevé con Rodrigo Cortinas, que tenía la Arena Olímpica en Colón y Allende, aunque después se cambió a la Abasolo y posteriormente cerca del Bosque Venustiano Carranza. La oportunidad para presentarnos en la Plaza de Toros Torreón llegó, estaba como promotor Joe Medina; cuando podía nos programaba juntos, pero no siempre era posible.

“Tiempo después, cuando nos dimos cuenta que podíamos hacerla, ‘Chebo’ optó por irse a Ciudad Juárez debido a la separación de su primera esposa, llegó con Carlos ‘Gorila’ Ramos (qepd), quien lo bautizó como Espanto I”.

Eusebio Vázquez se abrió camino desde la frontera, su buen luchar y categoría hizo que los empresarios de la capital se fijaran en él, y desde luego aprovechó para invitar a Fernando, quien tras asegurar a su familia, se unió a “Chebo” en el Distrito Federal, para iniciar su campaña en la Arena México en funciones populares, donde alternaba con Dorrel Dixon y Henry Pilusso.

“Al llegar yo a la capital, debutamos en los Martes Populares como Los Hermanos Espanto I y II en la Arena Coliseo, durante un torneo de parejas, donde estuvieron además Tony López, Kiko Córcega, Salamanca y otros que iban rumbo al estrellato. A partir de ese momento, ganamos 36 luchas en forma consecutiva, situación que nos valió para ser promovidos directamente a los viernes, donde toman parte los estelares de la empresa, no tuvimos que pasar a los domingos, como marcaba la secuencia.

Miguel Vázquez se les une y hacen la tercia

En un viaje rápido a Torreón, Fernando Cisneros regresó a México con Miguel, hermano de “Chebo”, aunque para debutarlo, optaron por enviarlo primero un año a Guadalajara con Cuauhtémoc “El Diablo” Velasco, a fin de que lo puliera en lucha olímpica y lucha libre.

Pese a que aún le faltaba, lo debutaron junto con sus hermanos en una lucha estrella, donde se presentó la tercia de los Hermanos Espanto I, II y III, frente a René Guajardo, Karloff Lagarde y Ray Mendoza.

El resultado en esa ocasión no fue el deseado y la novatez del Espanto III se reflejó en el resultado, una derrota en la que además salieron apaleados los tres laguneros. Para la revancha, la empresa dio descanso al Espanto III y subió en su lugar a Luis Ramírez “El Gladiador”, uno de los grandes de la época, las cosas fueron muy diferentes.

Posteriormente, Miguel Vázquez volvió a trabajar, pero debió llevar un proceso de maduración para estar a la altura de sus hermanos.

Espanto II, la primera máscara caída

Le tocó a Fernando Cisneros ser el primero en perder la incógnita, fue ante Rubén Juárez el seis de septiembre de 1963 en la Arena México, en un combate con final polémico. “Estoy seguro que esa lucha no la perdí, en la tercera palmada yo no tenía espaldas planas sobre la lona, pero el réferi consideró que sí y dio el triunfo a Rubén Juárez, ante una enardecida concurrencia, que registró un lleno completo en la arena”.

Semanas después, El Espanto I cobró venganza y rapó a Rubén Juárez, al que tiempo antes le había arrebatado el cetro nacional semicompleto, que después perdió ante él mismo. Lejos de perder popularidad, la caída de su máscara le redituó tener un mayor arrastre y presencia en el ring, sus bonos se acrecentaron en forma significativa.

Lo mismo ocurrió con José Eusebio (Espanto I), quien la perdió ante Santo, el 25 de octubre de 1963 y Miguel (Espanto III), que dejó su máscara en manos del inolvidable Huracán Ramírez, el 12 de junio de 1964 en la Arena México.

Agradecido con Dios y la vida

Su participación en la lucha libre le redituó a don Fernando buenos dividendos económicos, lo cual le permitió alcanzar estabilidad y la oportunidad de dar educación a sus cinco hijos.

“Yo sólo tengo que darle gracias a Dios y a la vida por lo bien que se han portado conmigo, me han permitido continuar vivo, sin problemas, con la posibilidad de hacer profesionales a mis hijos y disfrutarlos al igual que a mis nietos y biznietos.

“El tener una familia es un gran orgullo, junto con mi esposa Paola he logrado mucho, fuimos un matrimonio muy humilde, pero con grandes deseos de triunfar. Quise ser un buen mecánico y lo logré, a los 16 años ya era jefe de servicio en Monterrey, ganaba 50 pesos diarios, era un gran sueldo en ese entonces. Esa seguridad me ayudó a abrirme camino también en el deporte, siempre tuve en mi mente el deseo de destacar”.

Como pareja, lo mejor de Los Hermanos Espanto

Para don Fernando Cisneros, fue la época en que hicieron pareja él y José Eusebio, donde mejores dividendos alcanzaron, ya que siempre estuvieron clasificados entre las veinte mejores duplas del mundo, incluso, con numerosas incursiones entre Centro y Sudamérica, donde dejaron constancia de su calidad.

En esta etapa se enfrentaron a estelares como: Rito Romero, Karloff Lagarde, Blue Demon, Montoro, El Santo, Black Shadow, Rolando Vera, Henry Pilusso, Galán y Lou Thesz, uno de los grandes gladiadores de ese tiempo, campeón mundial por espacio de quince años. “Tuve el orgullo de recibir elogios de parte de él cuando la empresa le dio las gracias al terminar su campaña en México, me dijo que a pesar de mi baja estatura, tenía grandes cualidades y bases luchísticas, que se había quedado gratamente impresionado por mi capacidad; eso para mí fue un reconocimiento muy grande”.

Tragedia el 30 de mayo de 1968

El 30 de mayo de 1968, marcó para siempre la historia de esta dinastía de grandes luchadores, José Eusebio Vázquez murió abatido a tiros en un centro nocturno de Monterrey, junto con el capitalino Misterio II.

“El 29 de mayo luchamos en Nuevo Laredo y al terminar nos trasladamos a Monterrey, al día siguiente recibiríamos a los españoles Carlos Moo y Manolo Pollman. Yo festejaría mi santo ese mismo día; al llegar a Monterrey, ‘Chebo’ me dijo que fuéramos a festejar, pero lo convencí de hacerlo después de la lucha con los españoles en la Coliseo”.

Tras la lucha, José Eusebio se adelantó y Fernando se quedó para arreglar un asunto con un aficionado que lo había retado mientras luchaba, finalmente aclaró la situación y fue al hotel en busca de “Chebo”.

Al salir de la arena se encontró con un periodista que se ofreció a llevarlo al hotel, aunque antes de desviarse para avisar a su esposa que había llegado de México, el tiempo pasó y Fernando no podía llegar al hotel, cuando lo hizo Eusebio ya no estaba, minutos después él se fue al cabaret donde habían hecho reservación para el festejo, pero tampoco ahí lo encontró.

“Después de esperarlo por una hora me retiré al hotel, poco después me buscaron para darme la noticia de la muerte de ‘Chebo’ y El Misterio II, fue un golpe muy duro, la verdad es que no daba crédito a la noticia”.

De acuerdo a la versión del Espanto II, el problema en la cantina Negrete, se originó por una persona ebria que confundió a los luchadores con otros que una semana antes lo habían agredido en ese mismo lugar.

“Al paso del tiempo he pensado que ese periodista me salvó la vida, creo que él impidió que yo estuviera con mis amigos en el momento en que los mataron, tal vez a mí también me hubiera tocado, esa vez no me tocaba”.

La muerte del Espanto I, echó por tierra el proyecto de viajar a Europa, de hecho, ambos gladiadores irían a Torreón con el fin de poner en regla su papelería, en los siguientes días iniciarían una larga gira por el Viejo Continente, donde los esperaba una buena bolsa.

“Al morir ‘Chebo’, los representantes de la empresa hablaron conmigo para que yo hiciera el viaje, pero no tenía el ánimo, la ilusión era luchar al lado de mi ‘hermano’ y eso ya no era posible, por ello decidí regresar a Torreón. Al final me convencieron para quedarme un poco más en México”.

Durante los siguientes cinco años, la meta era respaldar a Miguel (Espanto III), se trataba de afianzarlo en el medio capitalino. Al término del plazo, Espanto II dejó la capital y luchó por varias plazas del interior del país, en varias de ellas al lado del Espanto III.

Finalmente, se retiró de los encordados en 1979.

Extraña la lucha libre

A sus 71 años de vida, don Fernando dice extrañar la lucha libre, su gran pasión en el mundo deportivo. “Siempre consideré que no había aprendido lo suficiente, me preocupé por estar continuamente en proceso de asimilar cosas nuevas, aún ahora pienso lo mismo.

“Extraño este deporte, hace tiempo estuve en el Auditorio Municipal por espacio de ocho meses en una escuela de lucha olímpica, no cobraba y afortunadamente surgieron elementos de buena calidad”.

En su faceta de maestro, tuvo en sus manos a Jesús Andrade (Espanto Júnior), quien con su sola recomendación fue aceptado en México y fue bien recibido para encumbrarse al lado de los grandes del pancracio.

La empresa confiaba en su capacidad y el talento de sus alumnos, por ello no encontró muchas trabas para el más destacado.

La familia tiene un héroe en Irak

Otro motivo de orgullo para este ex gladiador profesional, es contar con uno de sus nietos enlistados en el ejército estadounidense, que ahora se encuentra en Irak.

Alejandro Cisneros Dorado es el nombre de este militar, hijo de Fernando Cisneros Reyes, su primer hijo. “Me siento orgulloso de mi nieto y su familia, desde luego que también siento algo de miedo y preocupación, pero creo que finalmente tomó la decisión correcta, él consiguió que el ejército le pagara su educación en ingeniería, algo que es meritorio”.

Me decepcionan los luchadores de hoy

Después de haber sido una estrella de los encordados y alternar con lo mejor de su época, don Fernando Cisneros dice que la lucha libre de hoy está para dar lástima, ya que sus exponentes poco hacen para igualar en calidad lo que se hacía antes.

“Les falta amar al deporte, sentirlo y cuidarlo como algo muy propio, que sea parte de su vida, hoy la verdad están para llorar.

“Ahora veo la lucha libre y me hace reír, me sirve de distracción, lamentablemente no hay elementos que puedan considerarse luchadores serios, todo es un espectáculo basado en payasadas; espero que pronto pueda surgir una nueva generación de auténticos gladiadores, que hagan vibrar las arenas como antes, con un público que exija a cada luchador que pise el ring su mejor esfuerzo, sólo entonces este deporte volverá a la vida”, concluyó.

Descanse en Paz Espanto II



martes, 24 de agosto de 2010

LA BELLEZA EN SU MAXIMA EXPRESION: JIMENA NAVARRETE


Una mujer bonita no siempre es inteligente; una mujer inteligente siempre es bonita.

Para Jimena Navarrete simplemente tiene las dos virtudes: ser inteligente y ser bonita.

Nació hace 22 años en Guadalajara, Jalisco, y ya ha tenido tiempo suficiente para demostrar que salir vencedora de los certámenes de belleza es algo que se le da realmente bien.

Lo hizo ganando el concurso Nuestra Belleza Jalisco y poco después repitió victoria en Nuestra Belleza México el 20 de septiembre del 2009.

Este galardón le dio el billete directo a Las Vegas, donde este 23 de agosto compitiendo con la belleza de 83 mujeres representantes de todo el mundo, Jimena fue considerada por el jurado como la concursante digna de recibir el título de Miss Universo 2010, colocando a México en lo más alto del ranking.

Antes de arrasar como modelo, Jimena Navarrete estudio Nutrición. Tras vencer en Nuestra Belleza Jalisco, llegó la hora de ganar Nuestra Belleza México, dándole una alegría por segundo año consecutivo a Jalisco, ya que Karla Carrillo, del mismo estado, representó al país azteca en Miss Universo 2009.

Con orgullo podemos decir que la mujer mexicana es la mas hermosa del universo

En horabuena Jimena


























NEGRO NAVARRO, UN MISIONERO QUE PROFESA LA LUCHA LIBRE


Una gloria más del pancracio mexicano, que sigue manteniendo la calidad que lo llevo a consagrarse a ser llamado maestro y que a través del tiempo, esa fuerza y coraje que puso en cada batalla, forma parte de él para mantener la lucha libre en planos estelares a nivel mundial.

Negro Navarro, uno de los maestros más admirados por la afición a este deporte, uno de los luchadores que han dejado huella, que siguen caminando en este sendero y que a través de sus hijos, Trauma I y Trauma II continúa dejando sus conocimientos como parte de su herencia.

El integrante de los Misioneros de la Muerte habla sobre la manera en que percibe la lucha libre actual, la opinión que tiene de sus vástagos y el gusto que sigue teniendo por practicar este deporte.

“Ya tengo un buen rato aquí (en este deporte), tengo 37 años como profesional y siempre aprendiendo y dando lo mejor de mi mismo”

“Las giras siguen siendo una cosa muy agradable para mi persona, en la actualidad, a muchos compañeros contemporáneos y a mi, nos llaman: Dinosaurios de la Lucha Libre, Cartuchos Quemados, Personas Pasadas de Moda, no sé si sea envidia o a que se deba esto, pero si puedo decirles que mi trabajo siempre ha sido lucha libre, a ras de lona y no he tratado de cambiar nada de eso y me adapto al sistema de hoy en día, donde quiera que me presento siempre doy lucha, lo que se dice lucha libre”

“Hay mucha gente que son aficionados de ocasión y tal vez no les gusta el tipo de lucha que desarrollo, pero eso es porque están acostumbrados a la televisión, ven brincos, saltos y piensan que la lucha libre es andar de una esquina a otra, esos son aficionados de ocasión, los verdaderos aficionados que asisten constantemente les gusta la lucha, tanto así que el 90% de mis luchas que desempeño siempre son reenumeradas con dinero que la gente nos regala, nos hace el favor de brindarnos, entonces pienso que mi trabajo es bueno porque es versátil, no es monótono, no es pasivo como la lucha americana que agarran un castiguito y ahí se están un ratito y vuelven a una acción, no, lo mío es constante y es versátil porque hay una llave tras otra y son llaves que ya casi no se ven, muchas llaves son inéditas, muchas nadie las conoce y algunas ni nombre tienen. Muchos cuando ven alguna llave me dicen: Oye Negro y ¿como se llama esa? Yo les digo, lo Negro del Negro, nada más, por esa cuestión, porque algunas no tienen mote o nombre”

“Como luchador de antaño no nos queda mas que dejar un legado de llave y contra llave, a ras de lona y si tenemos la oportunidad de viajar al extranjero, de abrir plazas y que la gente conozca lo que es verdaderamente la lucha Libre, eso es muy agradable y satisfactorio, creo que aun hay mucho por recorrer y que va a seguir habiendo oportunidad de que muchos compañeros sigan viajando a Europa”

“Un par de semanas atrás tuve la oportunidad de ir a Bélgica, fueron 4 días, solo fueron dos luchas, nos fue muy bien, nos hizo favor de llevarnos el Hijo del Santo, fue un éxito total, yo no había ido a ese lado de Europa, había ido a otros lugares pero no a Bruselas, me fue muy bien, el trabajo fue bien aceptado, sobre todo que allá tienen una mala imagen del mexicano con los problemas que existen ahorita de delincuencia, ellos tienen una mala imagen pero creo que dejamos algo positivo de lo que es la lucha libre y como personas también”

“En cuanto a mis hijos, creo que nacieron para luchadores, les he inculcado la disciplina y el respeto para la lucha libre, que la amen, que dejen su vida arriba del ring como lo hago yo, no porque sean mis hijos pero creo que van a dar mucho de que hablar a pesar de que tienen muy poco, son novatos pero ya se han enfrentado a lo mejor de la lucha libre y también son muy reconocidos por la lucha que desempeñan y por ello, la gente siempre les brinda un aplauso”

“El único consejo que les doy es que se cuiden, que siempre estén en el gimnasio, que se preparen, que sean humildes, que sean respetuosos, a mi siempre me inculcaron el “Por favor” y “Gracias” darse a respetar, eso siempre abre las puertas y eso lo llevan mis hijos, deben de estar bien preparados en la lucha libre, que hagan sus brincos y todo eso, que ahora se acostumbra, pero que no se olviden de la base de la lucha libre”

“Hace poco Trauma II gano el campeonato en la Naucalpan, lo felicite porque hace como un promedio de 30 años tuve la oportunidad de ceñirme ese cinturón, el ligero, después Angélico, un español que esta aquí en México, un buen luchador a pesar de que es muy joven, me quito el Campeonato Mundial de las Américas pero tuvo un encuentro con mi hijo el Trauma I y mas que nada, gracias a sus conocimientos, a su experiencia, ahora ya lo tiene de su lado y eso es muy bueno para mi”

“Respecto a la rivalidad con Solar, muchas personas dicen que me enfrento mucho a él, no es que me enfrente muy seguido, lo que pasa es que hay compañeros que probablemente tienen conocimientos luchisticos pero yo no se porque ya no quieren luchar, falta de ganas, tal vez falta de condición física porque se necesita una condición física optima para desempeñar una lucha de treinta minutos, mano a mano, sin bajar de ritmo y aparte el conocimiento porque treinta minutos de lucha de una llave y de otra llave con todos esos movimientos de lucha es bastante cansado y a lo mejor mucha gente no tiene el repertorio, pero por ahí hay varios compañeros que si se adaptan y que los considero verdaderamente luchadores”

“Actualmente, la gente se va mas por lo espectacular, lo que son giros y vuelos pero a mi parecer, creo que las luchas de hoy en día, están como las películas de acción, esas donde siempre voltean un coche o el actor siempre hace una marometa y luego ya no pega, el carro no debe dar una voltereta si no dos, los actores se deben de morir, salir en pedazos y el actor ya no debe hacer un giro debe de hacer dos para que la gente se la crea y lo mismo esta pasando dentro de la lucha libre, están haciendo tantas cosas que están perdiendo la seriedad y la veracidad de la lucha libre, hacen tantas
cosas que dicen: ¿De que están hechos?, creo que actualmente no hay seriedad, no se le esta dando el valor a lo que es la lucha libre”

“Si los jóvenes que hacen esto se hubieran preparado y se hubieran hecho como yo me hice en mis tiempos, con verdaderos elementos como un René Guajardo, un Karloff Lagarde, Ray Mendoza, Ángel Blanco, Aníbal, El Solitario, de verdad que no hubiéramos tantos luchadores, no lo digo porque sea envidioso, todos tenemos el derecho de ganarnos la vida en la lucha y a desempeñar lo que nos gusta pero en ese tiempo para ganarse un lugar teníamos que sufrir de verdad, teníamos que tirar esas cabezas, ahora para que un luchador se gane un lugar no es solo enfrentarse a sus compañeros y derrotarlos, ahora es llegar y decir: Sabe que señor, le traigo esta botellita, me voy a pintar la cara, yo muevo la cintura, voy a enseñar el cuerpo, me voy a poner aretes, entonces ha cambiado mucho esto para mal, pero esperemos que se componga, creo que la lucha libre nunca va a pasar de moda, sobre todo lo que es a ras de lona y los giros, los muchachos deben buscar siempre mejores lances pero siempre arriesgan mucho, arriesgan la vida o alguna lesión. Muchos de ellos son eventuales, se ven cuatro, cinco, ocho o diez años como luchador y después desaparecen quedan muy lastimados”

“Nunca he trabajado para el Consejo Mundial de Lucha Libre siempre ha sido por fechas y reconozco que es como su mote: Seria y Estable, la cual tiene muy buenos luchadores”

“Actualmente trabajo para Último Dragón, tengo el cargo de entrenar a los japoneses y a gente que viene del extranjero, Último Dragón hace tres o cuatro funciones en un año y estoy en este gimnasio que esta ubicado en el centro comercial de Plaza Center impartiendo clases dos veces por semana, miércoles y viernes de 6:00 a 7:30 de la noche. Aparte de este gimnasio trabajo para otros seis, donde tengo como 100 elementos distribuidos en mi trabajo”

“Lo mas difícil de ser maestro es buscar el lado bueno de los alumnos y ver si verdaderamente salieron para ser luchadores, la persona que no se aplica y no tiene disciplina aquí, prefiero decirles que no sirven como luchadores y que se dediquen a otra cosa”

“Definitivamente cuando no estoy arriba del ring, mi mundo sigue siendo la lucha libre”

domingo, 22 de agosto de 2010

Las mil y un renuncias de 'Chelís'


Sánchez Solá ha intentado dejar su cargo desde el Apertura 2007

Sólo una vez la Directiva prescindió de sus servicios

La novela entre Puebla y José Luis Sánchez Solá amenaza con terminar. “Chelis” renunció nuevamente a la Dirección Técnica del conjunto camotero luego de que se desatara la noticia de la aprehensión del ex socio mayoritario de La Franja, Francisco Bernat Cid, y que sus acciones pasaran a manos de Ricardo Henaine, quien se quedó como nuevo administrador del equipo.

Sin embargo, ésta no es la primera vez que Sánchez Solá dimite ante la Directiva poblana.

En reiteradas ocasiones su puesto como estratega ha pendido de un hilo.

La primera vez que Sánchez Solá presentó su renuncia ante la Directiva camotera fue en el primer torneo del Puebla luego de su regreso a la Primera División. Cuando transcurría la Jornada 7 del Apertura 2007, “Chelís” anunció su retiro del cuadro de la Angelópolis, tras la derrota de 4-1 ante Santos. Bastaron unos días para que el propio técnico se arrepintiera y retomara nuevamente las riendas del equipo.

No pasó ni un torneo para que de nueva cuenta Sánchez Solá amenazara con irse, y es que en el Clausura 2008, cuando Puebla fue derrotado por Toluca en la Fecha 13, su continuidad en el banquillo se volvió inestable, y la posibilidad de estar dirigiendo en la próxima jornada era casi nula. Sin embargo, fueron los jugadores quienes intervinieron con éxito para que éste no se fuera del equipo.

No obstante, el estratega camotero sí dejó por una temporada la Dirección Técnica del equipo, pero esta vez no fue por su decisión. A mediados del Apertura 08, los dirigentes del club optaron por hacer a un lado a “Chelís” para darle paso a Mario Carrillo, quien estuvo al frente del conjunto poblano solamente los últimos nueve juegos del torneo.

Para la siguiente campaña, Sánchez Solá ya era nuevamente el técnico de La Franja, y transcurrieron dos torneos con relativa tranquilidad en esta novela. Sin embargo, la fecha 8 del Bicentenario 2010 marcó la resurrección de la amenaza de renunciar.

Tras el empate a tres ante Jaguares en el Estadio Víctor Manuel Reyna, el 28 de febrero del 2010, con el argumento de que sus pupilos no estaban comprometidos con la camiseta blanquiazul, José Luis habló en privado con el socio minoritario del Puebla, Jesús López Chargoy, para anunciarle que dejaba al equipo. El mismo directivo se negó a aceptarle la renuncia y lo convenció de seguir al frente de la institución.

El último registro de su intento de separación con Puebla fue en la Jornada 12 de la campaña anterior. En esa fecha, le tocaba jugar ante América, a quien no le había podido ganar desde el Invierno 1996, y antes de enfrentar el cotejo, “Chelís” amenazó con renunciar si su equipo no ganaba; sin embargo, para su fortuna, sus dirigidos dieron el alma y consiguieron el triunfo, dándole así motivos suficientes para continuar en el banquillo.

Con el paso del tiempo, se volvió tradición que la permanencia de José Luis pendiera de un hilo debido a las inconformidades existentes entre él y la directiva, las cuales detonaron este domingo 22 de agosto, tras la derrota de 4-1 ante Pumas, cuando nuevamente “Chelís” dejó su cargo, decisión que al parecer ya nadie puede cambiar, pues tras el tropiezo ante los universitarios, Solá aseguró "odiar y despreciar" al nuevo accionista mayoritario de la entidad, Ricardo Henaine, quien se quedó con el 51% que hasta hace unas horas pertenecía a Francisco Bernat.