jueves, 19 de febrero de 2015

AMORES QUE MATAN



Existen diferentes tipos de amores, por no decir que infinidad de ellos; está por ejemplo el amor de hermanos, el amor por lo padres, hijos, amigos, en fin.

Pero también existen amores de otro tipo, como el de los novios, esposos, que de ahí se derivan, los empalagosos, fugases, esporádicos, para siempre, inestables, en fin… infinitos.

Pero hay uno en particular, que es el resultado de la suma de todos los mencionados anteriormente.

Es ese amor que muchos llamamos “tóxico”.

Ese que como puede ser bueno, muy bueno, puede llegar a ser realmente malo, es algo así como una lotería.

Es ese amor que puede acabar con tu vida en un abrir y cerrar de ojos, que puede destruir tu concepto de amor por siempre, para siempre; ese amor, que duele hasta los huesos, que pesa cada día sobre tus hombros y que es como cargar el planeta completo sobre tu pequeño cuerpo.

Es ese amor que quema por dentro cada entraña de tu ser, que te hace sentir el corazón arder del dolor que puede causar.

Que saca sin duda lo peor de ti y te puede convertir en alguien que realmente temes ser, pero que te toca ser para protegerte.

Este amor es intermitente como las luces de navidad, termina cada fin de semana para volver al ruedo al inicio de ella como si nada hubiese pasado; es en el que el orgullo le gana a las ganas de estar juntos, porque ninguna de las partes implicadas, es capaz de bajar la guardia ante sus deseos, porque es una constante competencia a ver quién es el más fuerte y el que más aguanta.
Menuda estupidez.

Es ese amor que se jacta de sacar en cara todos y cada uno de los errores cometidos, defectos y debilidades del otro, simplemente para verlo sufrir y alimentarse de su dolor.

Suena horrible, pero así es.

Es ese amor que va en contra del mundo entero sin remedio alguno.

Simplemente existen los dos unidos peleando contra la sociedad que los juzga y cuestiona el hecho del porqué siguen juntos:
“no son el uno para el otro”,
“quiere, valórate”,
“no te quiere,
¿no te das cuenta?”,
“te hace una peor persona”,
“solo juega con tus sentimientos”…
y así infinidad de preguntas que sinceramente, solo tiene respuesta en sus mentes, porque nadie más sabe como alguien puede sobrevivir con un amor como ese.

Pero existe una realidad y es ¿Quiénes somos nosotros para juzgar algo que no estamos viviendo?, al final lo que digan los demás no debe importar en cuestiones del amor, si a la hora de amar todo se vale
¿No?.

Además, la verdad sea dicha, los amores así difíciles, irreverentes, diferentes por no decir otra cosa, son los más apasionados y entregados que puedan existir.

Te hace sentir que estás vivo y que en serio el mundo es una linda locura llena de un caos que te da felicidad, a ratos, pero al fin y al cabo felicidad.

A parte la felicidad es momentánea y que mejor manera de sentirla que con alguien que te puede sacar de quicio, pero que adoras con el alma.

Parece una locura amar a alguien hasta el punto de que duela el corazón y que te parta en mil pedazos sin oportunidad de tener tiempo de juntarlos antes de que llegue el caos nuevamente y te vuelva a destruir.

Pero saben, esos amores son los más reales, porque son sinceros y crudos, sin tapujos ni palabras bonitas para adornar la verdad. Son auténticos.

No digo que sea sano vivir enamorado y sufriendo constantemente, pero es lo que hay, y para muchos, es preferible vivir eternamente con amores que maten cada parte de ti una y otra vez, que te cuestione todo el tiempo del porqué de todo ese embrollo, pero que a la larga, así se acabe en días, meses, años y pase el tiempo…
…Nunca mueren.




Jcnp



…..

3 comentarios:

  1. Hay amores que están destinados al fracaso desde el primer beso, amores que se aferran a un futuro inexistente, amores que se desgarran las entrañas en el primer acto de amor.

    Esos amores son a veces los más recordados y los más añorados, porque son lo más intensos y fugaces en nuestras vidas. Porque se van como llegaron, porque se alejan con cada destrucción masiva de nuestro ser, con cada palabra, con cada abrazo.

    No hay que casarse con la aparentocracía de la sociedad, jugando a ser la pareja ideal. En efecto puede sacar el monstruo que habita en uno mismo, pero también lo más sublime e inesperado de nuestro ser.

    Y que importa morir cada vez que te deja, sí revives con tan solo una sonrisa.

    Mac

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