jueves, 30 de octubre de 2014

Jack Bruce (1943-2014): Andanzas afrocubanas



Al morir el pasado sábado 25 de octubre a los 71 años, el bajista, cantante, compositor y pianista escocés Jack Bruce dejó un extenso legado de grabaciones, que no sólo experimentan pasiones de blues y rock, sino que trascienden a géneros de la música clásica y étnica, con improvisaciones de jazz y sonoridad afroantillana o mezclas de ritmos cubanos.

Considerado como uno de los mejores bajistas eléctricos desde finales de los años 70 por su obra con “Cream” y “Blind Faith”, en las décadas siguientes Bruce alternó con una pléyade impresionante de artistas.

La lista incluye a Frank Zappa, Leslie West, Lou Reed, John McLaughlin, Allan Holdsworth, Bob Dylan, Billy Cobham, Ringo Starr, Gary Moore, Keith Richards, Carla Bley, Charlie Watts, Bernie Worrell, Robin Trower, Jon Anderson, Santana y Mark Rivera, por nombrar a unos cuantos.

Con el cambio de siglo regresó a los estudios de grabación con el productor Kip Hanrahan para su CD solista “Shadows In The Air”, mismo que alcanzó el número cinco en las listas de popularidad británica de jazz y blues, prosiguiendo con su salida a la venta en 2001 por Sanctuary Records.

En el álbum aparecieron figurones como Eric Clapton, Doctor John The Night Tripper, Vernon Reid, Luis Quintana Changuito y Richie Flores, denominados colectivamente Jack Bruce & The Cuicoland Express.

“Los blues son una vivencia que respira cual manifestación del sufrimiento y los anhelos del ser humano. Es una expresión de humanidad. Es una mujer, es un tambor… Es mucho más importante incluso que aquello que puedas vender o catalogar… Yo no toco jazz. ¡Yo toco ‘Jack’!”, decía Bruce.

Sobrevivió a los excesos y adicciones de los rockanroleros en la década de los 70. El nuevo siglo le cobró la factura y estuvo a un tris de morir luego de que en 2003 le detectaron cáncer en el hígado. Logró reformar “Cream” en 2005 y por febrero del 2012 viajó a La Habana para presentarse con el requintista Phil Manzanera. La prensa cubana los anunció así:

“Los músicos británicos actuarán en el concierto de apertura de la XIV edición del Festival del Habano en Cuba que este año estará dedicado a las marcas de puros ‘Cohíba’… Manzanera y Bruce participarán junto al cantante cubano Augusto Enríquez en un espectáculo de bienvenida denominado ‘Eclectic-us’, que tendrá lugar en el Teatro Karl Marx de La Habana”.

De la Mambo Band, Enríquez dijo entonces al periodista Julio Martí:

“Hay varios invitados… Los extranjeros son Phil Manzanera, el legendario guitarrista de esa banda de rock psicodélico de los 70 que se llamó Roxy Music; y Jack Bruce, quien fuera el bajista, compositor y cantante de ‘Cream’, la agrupación emblemática de los años 60 que junto a Eric Clapton hizo varias canciones antológicas, de las cuales vamos a cantar una en el espectáculo que iniciará con las muchachas de Sexto Sentido…

“Después salgo e interpreto solo y seguidamente presento a Phil, quien hará un tema como solista. En otro momento entra Jack para hacer con Phil y conmigo uno de los éxitos del primer disco de ‘Cream’ e interpretar también juntos ‘El Cuarto de Tula’. A partir de ese momento seguirá el concierto con todos en escena”.

El rockanrolero cubano Juan Camacho contó que estuvo en Cuba para pasar el Año Nuevo de 2007-2008, según relata en el siguiente video:



Remember La Habana

En la primavera del 2014, Jack Bruce fue entrevistado vía telefónica tras la aparición de su décimo cuarto y último CD solista, por Ray Shasho.

–La primer canción de su álbum “Silver Rails” se titula “Candlelight”, la cual posee un sabor a calypso.

–Sí, porque habiendo estado uno en Florida y no muy lejos de Cuba…

“Yo viajé allá hace un par de años con Phil Manzanera quien toca la guitarra en ‘Candlelight’. 

Volamos a La Habana para tocar con algunos músicos cubanos y nos hicimos buenos amigos. Es un gran cuate y guitarrista. Así que cuando la escribí, pensé que necesitaba que él estuviera en esa pieza al grabarla”.

“Yo quiero que enciendas una vela que cure su vida y la mía
Sufrimos dolor bajo el ala del sol en el ocaso
Ya sea que sintamos la muerte llegar de frente
O los rayos del Sol pelar nuestras pieles…
Amor mío, ¿dónde estás?”

–Pete Brown (Ashtead, Reino Unido, 1940) y Kip Hanrahan (Nueva York, 1954) colaboraron con usted en varias canciones de este nuevo álbum. Todos sabemos que su relación con Pete Brown data de sus días con “Cream”, pero usted también ha hecho migas con Kip Hanrahan a través de los años.

–Kip Hanrahan escribió “Hidden Cities”, por medio de él fue que yo conocí la música cubana y afrocubana.

“Él tenía aquellas bandas magníficas y solíamos ir a Nueva York mucho. Ciertamente grabamos unos discos muy cool. Yo aprendí bastante de Kip, es uno de mis amigos más cercanos. Así que visitó mi hogar en Palma de Mallorca y escribió esa letra, aunque sólo fue una excusa para hacerlo venir allá y cotorrear un rato…”.

“Mientras la oscuridad del sucio río se va juntando
Y los propietarios de la tierra y del agua son unos pocos
La noche pertenece a todas las canciones iracundas y cantores”

–Usted ha sido extremadamente exitoso entrecruzando géneros varios no sólo en este nuevo álbum, sino a lo largo de su trayectoria musical.

–Claro, eso es lo que hago. Pero pienso que alguien como Eric Clapton, quien hace básicamente una cosa, es grandioso a pesar de que ha entrecruzado más géneros en años recientes, tocando un poquito de jazz aquí y allá.

“Sin embargo, yo siempre he disfrutado tocar distintos tipos de música y con diferentes músicos porque lo encuentro realmente interesante, como el aprender de Kip Hanrahan y trabajar con él. Existe un percusionista de congas llamado Milton Cardona (fallecido en septiembre de 2014) quien me ha enseñado muchos fundamentos de tambor mayor, es un sacerdote de la santería y conoce su oficio tal como era ancestralmente, a la perfección”.


Enseguida fragmentos del capítulo 14 de las “memorias oficiales” del músico Jack Bruce: Composing Himself. The Autorized Biography (“Jack Bruce: Composición de sí mismo”) redactadas por Harry Shapiro en 2010 para la editora londinense Jawbone, donde se habla de aquella banda con enfoque latino o afroantillano The Cuicoland Express.


“Nuevos comienzos”

El primer encuentro de Horacio El negro Hernández (La Habana, 1963) con el baterista libanés Robby Ameen fue a comienzos de los años 80 en Cuba. Luego se vieron en Roma y finalmente en Nueva York, donde Robby grababa para American Clavé. Robby realizó las conexiones necesarias para que Horacio se uniera al equipo.

Horacio y Jack Bruce (JB) hicieron su encuentro formal en Nueva York durante las sesiones para la grabación del álbum “Shadows In The Air” a finales de 1999 y comienzos del año 2000. Resultado de un nuevo contrato con Sanctuary Records, este álbum rico e intenso contó con una hermosa producción y grabación. Sin embargo, Warner/Chappell Music lo rechazó con el argumento de que no era un disco “nuevo” pues entre los 14 temas se incluían seis que ya antes habían aparecido. Tres de ellos databan de los tiempos de “Cream”: “Sunshine Of Your Love”, “White Room” y “Dancing On Air”.

No obstante, esta era la primera vez que JB intentaba reinterpretar aquellas canciones en un disco utilizando sección rítmica latina. Funcionó de maravilla, refrescando el sonido a tres décadas de su aparición original.

El bataquero Hernández considera que las estructuras rítmicas ya se hallaban en su salsa desde las composiciones originales de JB, compartiendo éste lo que El negro llama “un lenguaje rítmico común con los músicos latinos”, de tal modo que la transición al sentimiento afrocubano fue sencilla.

JB asimismo volvió a grabar “He The Richmond”, “Boston Ball Game 1967” y “Out Into The Fields”, las cuales siente integradas en armonía sin quedar sumergidas por la sopa de rock pesado como en un álbum de West, Bruce & Laing. Pero son dos de las canciones escritas con Kip Hanrahan dedicadas a (los músicos norteamericanos) Tony Williams y Larry Young: 

“Directions Home” y “Milonga” (ésta llamada así por su relación con la forma musical y danza argentina del tango), las cuales aportan la prueba –¡cual si hiciera falta!—de que a casi 40 años en su proceso de compositor, la brillantez creativa de JB no había perdido lucidez.

Kip cuenta varios métodos de escribir con JB, “todos muy refrescantes para mí. Jack podía tocar el piano creando melodías y descartándolas. Yo las tocaba de vuelta, escuchando tonadas para ponerles letra y construir las canciones a partir de ellas”. Si había discusión en cuanto a alguna, Kip le preguntaba “¿qué hubiera hecho Pete Brown?”, pero JB “nunca te dará una contestación directa”. (Kip afirma que adora las letras de Pete, aún cuando él sabe que su sentimiento no es recíproco.)

“Grabamos buena parte de ‘Shadows’… de igual modo como yo lo haría con mis propios discos –continúa Kip–. “No siento que fuese mi banda, éramos sólo un grupo de amigos, podíamos escribir canciones en el estudio. Así que con ‘Mr Flesh’, por ejemplo, podíamos decidir poner un ritmo de cumbia (de Colombia) encima de otra rítmica de dancehall (salón de baile), para lo cual llamaba a Robbie Ameen y al Negro Horacio Hernández. ‘¿Okey, cumbia encima de dancehall? Okey, ¿qué tan rápido? ¿Línea de bajo para ésta, Jack? En cuanto la letra, vamos a ver…’.”

Para Horacio, las sesiones de grabación fueron un deleite. “Era pura alegría tocar esas canciones, especialmente ‘White Room’ porque yo me la aprendía cuando tenía 12 años y como empieza en (tempo de) 5/4, pensaba: ‘¡Guau!, ¿qué es esto?’ En el estudio con JB, añade Kip, “todos sentíamos que creábamos algo, que todo mundo estaba ayudando a los demás. Apenas comenzábamos a tocar, sabía bien que las personas allí eran las adecuadas”.
The Cuicoland Express salió de gira en 2001.

“¡Hombre, realmente cocinábamos nuestra música muy bien en aquel entonces! –dice Horacio El negro con un resplandor en sus ojos—, iban Robby Ameen como segundo baterista; y Richie Flores en las congas, “era una interacción total de ritmos, nada que ver con quién tocaba más fuerte, sino en conversación rítmica.

“Era una banda de world-music con música nuestra, el funk de Bernie Worrell, el jazz de Vernon Reid, y Jack tocando al fondo algunas de sus canciones clásicas pero de una forma completamente distinta. Y Jack es el mejor líder de grupos musicales con quien yo haya trabajado. Sin embargo, él también desea ser parte de la banda, todo emanaba a partir del respeto, jamás nos ordenaba: ‘Tú tocas esto y tú esto otro’.”

El pianista Bernie Worrell (Nueva Jersey, 1944) destaca que The Cuicoland Express “es mi agrupación favorita con Jack. Podías llegar a donde quisieras. Era fácil, caliente, relajado. Jack se divertía con eso. Teníamos estructuras; empero, había cambios; aportabas giros ahí, colores, sombras, acentos, puntuación en el diálogo. Una cosa cool, una onda curativa”.

De hecho, la música revolucionó dentro del autobús del tour. Horacio asegura que todo se grabó y que los músicos podían escuchar sus partes y pensar acerca de cómo cambiarían o improvisaban cosas para tocarlas la noche siguiente. JB no estaba acostumbrado a involucrarse en esta especie de post-mortem, si bien haberlo hecho habla del sentido de buena voluntad general que existía entre los músicos. Tal acercamiento resplandece tanto en el DVD de su actuación en Cambridge Feyre de Inglaterra, en julio del 2002, como en las grabaciones “perdidas” del concierto Melkweg en Amsterdam, de octubre del 2001.

The Cuicoland Express andaba de gira en el amanecer de un interés considerable en torno a la música cubana que había encendido su chispa gracias a la promoción de Ry Cooder con Buena Vista Social Club (1997). Desgraciadamente, dicha gira tuvo que suspenderse debido al 9/11. Sus presentaciones estaban concertadas para octubre del 2001 en Europa y sin embargo, un montón de fechas por una gira en Estados Unidos cancelaron.

De todos modos, la banda se juntó para grabar el siguiente álbum de JB en la disquera Sanctuary, registrado en Nueva York con mezclas en Park Gate Studios durante 2002 y 2003, y coproducido por Kip Hanrahan. En el álbum previo participaron Gary Moore y Eric Clapton, aunque para estas sesiones JB confinó al personal de la banda con que había realizado esa gira, más su hijo Malcolm y Goffrey Townsend, un guitarrista que había conocido en 2002 durante un tributo a Los Beatles denominado Walk Down Abbey Road…

Los sonidos latinos hipnóticos y deslumbrantes de esos últimos dos álbumes agregaron nuevos contornos al panorama sonoro de JB. Pero un aspecto de la música mantiene su constancia (ya que las composiciones se despliegan y van siendo texturizadas en el estudio y las letras atraviesan por borradores repetidos, cualquiera tarda en extraer la esencia completa de lo que escucha. Cual brandy fino, la música mejora con los años y merece ser paladeada), y lo mismo aplica en Songs For A Tailor y en More Jack Than God, discos solistas de JB, de 1969 y 2003 respectivamente.

No obstante, JB no promovería aquel nuevo álbum. Kip dice que todavía tuvo problemas con JB por la grabación, las letras o lo que fuera; pero que entonces “la disputa no fue tan intensa, sino que hubo una suerte de situación embarazosa”.

Jack Bruce se encontraba gravemente enfermo (…)


Sólo se vive dos veces

Ya hacia 1979, la afición de Bruce por las drogas lo llevó casi a la bancarrota. En 1997 le diagnosticaron cirrosis hepática y para el 2003, le transplantaron el hígado. Luego de cumplir 68 años de edad, declaró al periodista Paul English:

“En algún momento con ‘Cream’ ganamos más dinero que cualquiera de las demás bandas de rock. Era increíble. Cuando tenía veintitantos años, no creo que ninguno de nosotros esperaba ni quisiera vivir más allá de los 30… 

No estoy orgulloso de haber sido un adicto, pero pude salir. Todo aquel quien lo ha sido se arrepiente. Si dices que no lamentas los años desperdiciados y el dinero que te negaste a ti mismo por la adicción, serías un baboso… Si yo tuviera la oportunidad de vivir otra vez, no lo haría de igual forma…

“Toda una generación se destruyó en mi Glasgow natal de los años 70 por la heroína. El único consejo humilde que daría es: ‘Nunca pruebes las drogas porque si las pruebas, te van a gustar’. Y si te metes en broncas por la adicción, debes conseguir la máxima ayuda posible para salir. La manera de parar su uso es abandonarlo por uno mismo. Puedes ir a miles de clínicas, pero eres tú quien debe querer dejar de usar la droga por convicción propia”.
Y sobre su lucha contra el cáncer:

“Soy la prueba viviente de que el cáncer puede superarse. Es en verdad terrorífico, pero hay algo en los humanos de que poseemos esta fortaleza interior que parece salir a flote cuando más la necesitamos. Resulta sorprendente lo que puedes lograr cuando tienes tal fuerza; pero hay personas que han sufrido mucho más que yo, por lo que trato de no abundar sobre esto…

Aunque suene extraño, desde que obtuve mi nuevo hígado hay cosas que ya no disfruto. Me encantaba la comida hindú, pero ahora ya no. 

Me hubiese gustado haber conocido más acerca del donador y su familia, pero ellos no permitieron difundirlo al Hospital Addenbrooke de Cambridge donde fui operado. Tampoco sé nada de la familia de quien me lo donó. Sin embargo, pienso que todos deberíamos registrarnos para ser donadores de órganos. Gente como yo sobrevivió a causa de dicha generosidad.


“Hace dos años dije que estaba a punto de retirarme y entonces me llovió un mundo de ofertas para trabajar. Supongo que por ellas es que sigo en la música. Todos tenemos papeles que vivir en nuestra existencia. Soy padre y esposo, soy abuelo; pero básicamente yo me siento justificado por estar vivo únicamente cuando me hallo arriba del escenario.”








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