Hay
una expresión que dice que la lucha libre en Japón es un deporte, en Estados
Unidos es una broma, y en México, una religión.
Y
este sábado, 21 de marzo del 2015, nosotros feligreses al deporte del
pancracio, amanecimos con la noticia que uno de nuestros dioses había muerto,
el Hijo del Perro Aguayo.
¿Se
exagera cuando atribuimos propiedades divinas a atletas de carne y hueso?
No,
no se exagera, como tampoco se hace al dolernos por la muerte de El Hijo del Perro, el líder máximo de
La Jauría del Terror, el Arquitecto de la Lucha Libre.
Que
su máximo logro luchistico fue quitarle la cabellera al Cibernético en una
memorable lucha en el 2013.
Pero
lo recordaremos por haber devuelto a la lucha libre mexicana la popularidad que
perdía frente a la WWE estadounidense.
De
pronto dejo de ser un acto marginal acudir a la Arena México “Catedral”, el
templo de la colonia Doctores, a echar tacos y beber litros de cerveza bajo una
máscara de algún ídolo
Se
va El Hijo del Perro a lo
alto del Olimpo mexicano. Apenas nos recuperábamos de la última perdida sobre
el ring, la de Oro, en 1993. Y es que en México, si un luchador muere sobre el
cuadrilátero, es elevado súbito a los altares del país.
Ahí
reposa el alma ensangrentada del hijo del Can de Nochistlan, Zacatecas.
Pedro Aguayo Ramírez nació el 23 de julio
de 1979 y desde pequeño sabía que el ring era su futuro. No por nada era el Hijo del Perro Aguayo, una
leyenda viva de la lucha libre azteca.
En
su debut, el entonces llamado Perrito enfrentó a otro luchador que, aunque
joven, ya tenía una experiencia considerable: Juventud Guerrera; sin embargo
éste estaba enfrascado en su propio duelo ante Rey Misterio Jr.
La
rivalidad entre los cuatro jóvenes ameritaba llegar más lejos, y AAA fijó una
fecha notable para el duelo final: el 3 de diciembre de 1995, día en que por
primera vez la empresa pisaría el escenario que hasta poco tiempo atrás era la
sede de una de sus primeras competidoras, Lucha Libre Internacional, conocida
también por las siglas de sus títulos: la Universal Wrestling Association, el
Toreo de Cuatro Caminos, a la postre escenario base para los eventos magnos de
AAA
La
llegada de AAA al Toreo fue precedida por una gran campaña en los medios
especializados, y para el acontecimiento el Lic. Antonio Peña preparó un cartel
casi de la magnitud de una Triplemanía.
En
una de las luchas de fondo (así es, no en el turno estelar), llegaría el
momento definitivo para la rivalidad entre los cuatro jóvenes del momento:
Aguayo, Picudo, Misterio y Juventud.
La
modalidad: relevos increíbles, donde la pareja perdedora se enfrentaría entre
sí, máscara contra máscara o máscara contra cabellera.
Tras
una vertiginosa primera caída, Perrito y Picudo resultaron derrotados, viéndose
obligados a luchar en duelo de apuestas.
Con
mucho pundonor, sin duda heredado de su padre, El Hijo del Perro Aguayo sorprendió a su rival y consiguió
la victoria. Con ella, la máscara del Picudo, Arturo Hernández.
Al
término de la batalla, otro rudo rockero, Jerry “El Puma” Estrada, apareció
para atacar a Perrito, quien durante un buen tiempo continuaría siendo el joven
a vencer -y a humillar- para los rudos de la compañía, que en ese momento
contaba con nombres como Pierroth Jr., Los Villanos, Psicosis -Nicho el
Millonario- y muchos más no menos temibles.
Hoy,
el Hijo del Perro Aguayo ha
tomado su nuevo rol en la historia, el del luchador consolidado.
Desde
su debut en 1995, el Hijo del Perro
Aguayo hizo frente a veteranos de la AAA y se asoció con su padre para
ganar algunos títulos. Con el tiempo, se hizo un nombre por su cuenta y firmó
la ‘lanza’, ‘silla’ y ‘perrito driver’ como sus técnicas más famosas.
Además,
el tema ‘Perros’, del Cartel de Santa, fue su tema de entrada.
En
2003, el luchador se marchó al Consejo Mundial de la Lucha Libre (CMLL) como
técnico, pero no fue bien recibido por la afición y por eso al poco tiempo pasó
a ser un rudo de la firma.
El
Hijo del Perro Aguayo se
marchó de la CMLL en 2008 para formar su propia firma, Los Perros del Mal
Producciones, junto a los miembros de su equipo, Los Perros del Mal, Damián 666
y Mr. Águila. Su empresa compitió directamente con sus antiguas casas de lucha
libre.
Con
el paso de los años, el Hijo del
Perro Aguayo se habría convertido en un líder muy importante y, sobre
todo, en un luchador maduro y listo para cualquier reto. A su regreso a AAA, ha
entablado rivalidad con luchadores como El Mesías, Dr. Wagner Jr. y Los Psycho
Circus.
Sin
embargo, Aguayo regresó en junio de 2010 a la AAA junto a sus compinches, pero
al poco tiempo sufrió una lesión que lo marginó durante unos meses.
Si
bien regresó al ring en diciembre de ese año, en abril de 2011 fue operado de
emergencia para extirparle un tumor del tamaño de una pelota de golf del
estómago. Felizmente, el tumor era benigno, pero pasó el resto del año en
tratamiento.
El
Hijo del Perro Aguayo siguió
su carrera sin mayores problemas, con triunfos y derrotas, hasta que el 20 de
marzo de 2015 sufrió un trauma cervical severo en una lucha contra Rey Mysterio
y Xtreme Tiger en Tijuana, en Baja California.
La
lesión fue el resultado de una patada de Rey Mysterio Jr, que hizo que Aguayo
cayera mal sobre las cuerdas y se golpeara la tráquea. El luchador fue atendido
de emergencia, pero murió la madrugada de ese fatal 21 de marzo en un hospital
de la ciudad de Tijuana.
Sus
grandes triunfos hacen notar las máscaras de:
- El picudo
- The panther
Y
las cabelleras de:
- El cobarde (2)
- El picudo
- El dandy (2)
- Cien caras (2)
- Negro casas
- Universo 2000
- Héctor garza
- Cibernético
Descanse
en paz uno de los grandes, el líder
de la Jauria, el gran Pedro
Aguayo Ramírez, mejor conocido como “Perro Aguayo Jr”, “el
Can Mayor”
Erosguau
....
Erosguau
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