El Santo, 72 años de historia y tradición 26 de
julio de 1942
Primera caída: El Santo
Hablar de El Santo, es hablar de la gran
historia del luchador enmascarado
más importante de la lucha libre nacional e
internacional.
Es hablar del luchador más taquillero,
enigmático, idolatrado y querido
que ha existido en nuestro país.
No hay nadie como Santo, Enmascarado de Plata!
Y créanme que no estoy exagerando, ni hablo así
de él
porque tuve la gran bendición de ser su hijo.
No, realmente no hay una persona,
al menos en los países de habla hispana,
que no sepan quién fue El Santo y si no son
aficionados a la lucha libre,
al menos han visto alguna vez una de sus películas.
En Japón es un luchador muy admirado.
A pesar de que mi padre jamás pisó la 'Tierra
del Sol Naciente'
y puedo asegurarles que su historia es conocida.
Este pasado sábado 26 de julio, su personaje
cumple 72 años de historia
y para compartirla necesitaría cientos de
páginas,
pero no quise perder la oportunidad de
recordarlo en esta entrega a RÉCORD.
El Santo es de esos seres humanos que igual que
Charles Chaplin, Cantinflas,
Bruce Lee, Pelé, Pedro Infante o Elvis Presley,
por mencionar algunos ídolos, son elegidos por
Dios.
Estos personajes tienen historias de vida
similares a la vida
de cualquier ser humano, pero en ellos hay un
modesto antes
y un importante después.
Segunda caída: El modesto antes del Santo.
Rodolfo Guzmán Huerta fue un niño que vivió los
primeros años de infancia
en un pequeño pueblito ubicado en un valle
agrícola de nombre Tulancingo de Bravo,
en el estado de Hidalgo.
Junto con sus hermanos Jesús, Enrique, Miguel,
Alicia, Josefina y Javier,
creció dentro de una familia humilde y tradicional
mexicana
donde imperaba el respeto, la disciplina y la
buena educación ejercida, sobre todo,
por su madre Josefina Huerta Márquez, señora
dedicada al hogar.
Su mayor diversión era montar al 'Merengue', un
caballo blanco y preferido
de su padre don Jesús Guzmán Campuzano,
quien era comerciante y utilizaba a los caballos
para que jalaran su carreta en donde
transportaba sus máquinas de coser.
Fue un 23 de septiembre de 1917, cuando Rodolfo
Guzmán Huerta
vio la luz y ese mismo año se promulgó la
Constitución Mexicana.
Al cumplir los cinco años, emigró con su familia
a la capital del estado
y vivieron en Pachuca sólo algunos meses para
después
establecerse en la Ciudad de México, en las
calles de Bolivia # 58 interior 6.
Fue en la escuela Abraham Castellanos en donde
terminó sus estudios primarios
y se aficionó a los deportes, en específico al
beisbol y futbol americano.
Cuando eran adolescentes, sus hermanos y él
descubrieron un lugar
donde varios musculosos jóvenes practicaban el
Jiu Jitsu y lucha libre.
Este lugar era conocido como El Casino de
Policía
y con trusa y tenis, los hermanos Guzmán Huerta
iniciaron su entrenamiento
y duro aprendizaje.
Rudy fue un joven con cierta sensibilidad
artística
y por tal razón ingresó a la Academia de San
Carlos,
donde aprendió a pintar y a dibujar, pero
también necesitaba trabajar,
pues su padre había fallecido recientemente en
esta ciudad
y era necesario sacar adelante a su familia y
sobre todo apoyar a su mamá.
Durante la semana, trabajaba como obrero en una
fábrica de
medias para dama y sus hermanos ayudaban a mi
abuela
en la perfumería que entre todos habían
instalado con el dinero
que don Jesús les había dejado.
Sin embargo, llegó el tiempo más esperado por
los hermanos Jesús, Miguel, Rodolfo y Javier
Guzmán Huerta
al lograr alcanzar su sueño debutar como
luchadores profesionales,
excepto Enrique, quien prefiere la milicia como
su profesión
y tacha de locos a sus cuatro hermanos.
El 27 de mayo de 1934 en la Arena Anáhuac,
ubicada en las calles de Manuel M. Flores en la
colonia Obrera, en el DF,
los aficionados vieron debutar a Rudy Guzmán
contra
el francesito Eddy Palau.
Así dio inició la aventura de mi padre por los
diferentes 'palacios' de la lucha libre
como la Arena Peralvillo Cozumel, la Arena
Escandón, la Titán,
la Roma Piedad, la Casino Obrero, entre muchas
arenitas más.
Lamentablemente, el 13 de agosto de 1934, la
muerte aparece
por segunda vez en su vida y ahora es su hermano
mayor, Jesús,
quien fallece a causa de una congestión cerebral
después de luchar en la ciudad de Puebla.
Este acontecimiento tan doloroso hace que 'Doña
Pepita',
como cariñosamente le decían a mi abuelita, les
prohiba al resto de sus hijos
ejercer esta peligrosa profesión de la lucha
libre,
que le había arrebatado a su hijo mayor y,
obviamente, no quería que sucediera lo mismo con
los demás.
¿Pero cómo dejar la pasión por este deporte tan
bello?
¿Y cómo desobedecer a su estricta madre doña
Josefina?
¿La solución?
"Luchar enmascarado", pensó mi padre,
ocultando su rostro
y así, en los carteles que se pegaban en las
calles
ya no aparecería el nombre de Rudy Guzmán.
El 22 de noviembre de 1936 en la Arena Molino
del Rey
apareció un enmascarado que se hacía llamar El
Hombre Rojo,
quien se enfrentó en lucha estelar a Johnny
Peláez.
Como El Hombre Rojo no logró destacar.
Mi padre se empezó a desanimar,
pero por consejo de su buen amigo don Jesús
Lomelí,
quien también fue el creador del personaje del
Murciélago Enmascarado,
se pone el nombre del Murciélago II
y hace su aparición en la Arena Pro Hogar, el
domingo 14 de septiembre de 1941,
derrotando a Tarzán Urrutia.
'El Murciélago Segundo' logró tal éxito que
inició giras
alrededor de la República Mexicana, pero estando
en Monterrey,
mi padre recibió una carta en donde se le impide
continuar usando el personaje del Murciélago, cuyo propietario es Jesús 'El
Murciélago' Velázquez.
Rodolfo Guzmán, siendo un hombre educado y
honesto,
obedeció la petición de la Comisión de Box y
Lucha y se olvidó de este personaje.
Ahora, aunque se los ordene un juez, hacen caso
omiso.
Tercera caída: El importante después de Rudy
Guzmán.
Los nombres del Murciélago Velázquez, Black
Guzmán, Dientes Hernández,
Ciclón Veloz, Bobby Bonales, Lobo Negro y Tarzán
López,
eran muy populares y es así como nace en la
imaginación de don Jesús Lomelí,
proponerle dos nuevos nombres a Rudy Guzmán: El
Ángel o El Santo,
para que intente de nuevo destacar dentro de
este deporte.
Hay que recordar que mi padre siempre luchó como
técnico
y la idea de don Chucho era que un ángel o un
santo
serían aborrecidos por el público si fueran
rudos
y ésa fue la condición para Rudy Guzmán,
quien como ya es de todos conocido, eligió el
nombre de El Santo,
se enfundó en una rígida capucha plateada
confeccionada por él mismo
(recuerden que era costurero), y debutó el
domingo 26 de julio de 1942
en la Arena México hace 72 años.
Fue tal su éxito que se convirtió en el luchador
más popular de México,
con un sin número de triunfos.
Pese a ser rudo, era admirado y querido por la
gente.
Por tal razón, el director de cine don René
Cardona y el dibujante José G. Cruz,
inventan un personaje inspirado en él,
quien se caracteriza por usar una máscara de
color plata
y entonces escriben un guión cinematográfico
titulado 'El Enmascarado de Plata'
para que sea interpretado por el popular Santo,
pero él rechazó este proyecto y es el Médico
Asesino quien actuó en dicha película.
Setenta y dos años se dicen fácil.
Al contar un poco de su historia en estas líneas
pareciera que fue ¡así nomás!
Pero no, puedo confesarles que llevó una vida de
mucho sacrificio,
fue un hombre muy pobre, sumamente trabajador,
responsable, tenaz,
soportó muchas críticas y a pesar de todo
siempre se mantuvo firme;
tuvo que defenderse en juzgados, arriba del ring
y en el cine
ya que sus películas fueron muy criticadas.
No vivió para ver que éstas se convirtieron, en
el mundo, en un género.
Siempre ha existido la historia de no perdonar
el éxito de los demás
y El Santo fue y es, gracias a sus películas y
sus triunfos en el ring,
un hombre exitoso.
"Los hombres pueden morir, las Leyendas son
eternas..."
El hijo del Santo
……………………..
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