
Es lo menos que podríamos esperar de un hombre congruente como Néstor de la Torre, que ni necesita dinero y tiene problemas muy serios a nivel personal que ha sabido sortear con galanura, clase, temple, valor y dignidad.
Ante la acometida estúpida de los jugadores y la falta de apoyo de Decio y Justino -que cada uno trae su agenda personal y lo pensaban dejar solo- renuncia Néstor de la Torre; y creo que no es muy frecuente en el fútbol mexicano, que una persona se haga a un lado por sí mismo.
Felicito a Néstor, porque a todo aquel que sacrifica su dignidad para conservar su trabajo ya sabemos que termina perdiendo. En este caso, insisto en que Néstor no perdió nada y los justinos, los decios y los jugadores se pueden quedar revolcándose en el lodo.
Si el problema es que alguien llegue a meter disciplina y no les gusta, entonces las decisiones las tendrán que tomar los señores de la Federación Mexicana de Fútbol, que son los que a final de cuentas tienen la responsabilidad de que las cosas se hagan bien o mal a nivel de disciplina.
Yo lamento mucho que los federativos vuelvan a mostrar su cara mercantilista, su cara de mercenarios y que solamente se guíen por los que les puede llegar más o menos dinero.
Los jugadores ya sabemos qué es lo que quieren, desmadritos, fiestas, más dinero por ingresos; pero nada que tenga que ver con asuntos de respeto para la camiseta nacional, de respeto para su profesión, para el aficionado, respeto por sí mismos.
Quedan muy claras y bien expuestas las cartas sobre la mesa. Los jugadores quieren desmadre, los federativos son cómplices de esta situación y Néstor se retira con la cabeza en alto.
De todos estos, al único que para mi gusto hay que aplaudir es a Néstor de la Torre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario