Al morir el pasado sábado 25
de octubre a los 71 años, el bajista, cantante, compositor y pianista escocés
Jack Bruce dejó un extenso legado de grabaciones, que no sólo experimentan
pasiones de blues y rock, sino que trascienden a géneros de la música clásica y
étnica, con improvisaciones de jazz y sonoridad afroantillana o mezclas de
ritmos cubanos.
Considerado como uno de los
mejores bajistas eléctricos desde finales de los años 70 por su obra con
“Cream” y “Blind Faith”, en las décadas siguientes Bruce alternó con una
pléyade impresionante de artistas.
La lista incluye a Frank
Zappa, Leslie West, Lou Reed, John McLaughlin, Allan Holdsworth, Bob Dylan,
Billy Cobham, Ringo Starr, Gary Moore, Keith Richards, Carla Bley, Charlie
Watts, Bernie Worrell, Robin Trower, Jon Anderson, Santana y Mark Rivera, por
nombrar a unos cuantos.
Con el cambio de siglo regresó
a los estudios de grabación con el productor Kip Hanrahan para su CD solista
“Shadows In The Air”, mismo que alcanzó el número cinco en las listas de
popularidad británica de jazz y blues, prosiguiendo con su salida a la venta en
2001 por Sanctuary Records.
En el álbum aparecieron
figurones como Eric Clapton, Doctor John The Night Tripper, Vernon Reid, Luis
Quintana Changuito y Richie Flores, denominados colectivamente Jack Bruce &
The Cuicoland Express.
“Los blues son una vivencia
que respira cual manifestación del sufrimiento y los anhelos del ser humano. Es
una expresión de humanidad. Es una mujer, es un tambor… Es mucho más importante
incluso que aquello que puedas vender o catalogar… Yo no toco jazz. ¡Yo toco
‘Jack’!”, decía Bruce.
Sobrevivió a los excesos y
adicciones de los rockanroleros en la década de los 70. El nuevo siglo le cobró
la factura y estuvo a un tris de morir luego de que en 2003 le detectaron
cáncer en el hígado. Logró reformar “Cream” en 2005 y por febrero del 2012
viajó a La Habana para presentarse con el requintista Phil Manzanera. La prensa
cubana los anunció así:
“Los músicos británicos
actuarán en el concierto de apertura de la XIV edición del Festival del Habano
en Cuba que este año estará dedicado a las marcas de puros ‘Cohíba’… Manzanera
y Bruce participarán junto al cantante cubano Augusto Enríquez en un
espectáculo de bienvenida denominado ‘Eclectic-us’, que tendrá lugar en el
Teatro Karl Marx de La Habana”.
De la Mambo Band, Enríquez
dijo entonces al periodista Julio Martí:
“Hay varios invitados… Los
extranjeros son Phil Manzanera, el legendario guitarrista de esa banda de rock
psicodélico de los 70 que se llamó Roxy Music; y Jack Bruce, quien fuera el
bajista, compositor y cantante de ‘Cream’, la agrupación emblemática de los
años 60 que junto a Eric Clapton hizo varias canciones antológicas, de las
cuales vamos a cantar una en el espectáculo que iniciará con las muchachas de
Sexto Sentido…
“Después salgo e interpreto
solo y seguidamente presento a Phil, quien hará un tema como solista. En otro
momento entra Jack para hacer con Phil y conmigo uno de los éxitos del primer
disco de ‘Cream’ e interpretar también juntos ‘El Cuarto de Tula’. A partir de
ese momento seguirá el concierto con todos en escena”.
El rockanrolero cubano Juan
Camacho contó que estuvo en Cuba para pasar el Año Nuevo de 2007-2008, según
relata en el siguiente video:
Remember
La Habana
En la primavera del 2014, Jack
Bruce fue entrevistado vía telefónica tras la aparición de su décimo cuarto y
último CD solista, por Ray Shasho.
–La primer canción de su álbum
“Silver Rails” se titula “Candlelight”, la cual posee un sabor a calypso.
–Sí, porque habiendo estado
uno en Florida y no muy lejos de Cuba…
“Yo viajé allá hace un par de
años con Phil Manzanera quien toca la guitarra en ‘Candlelight’.
Volamos a La
Habana para tocar con algunos músicos cubanos y nos hicimos buenos amigos. Es
un gran cuate y guitarrista. Así que cuando la escribí, pensé que necesitaba
que él estuviera en esa pieza al grabarla”.
“Yo quiero que enciendas una
vela que cure su vida y la mía
Sufrimos dolor bajo el ala del
sol en el ocaso
Ya sea que sintamos la muerte
llegar de frente
O los rayos del Sol pelar
nuestras pieles…
Amor mío, ¿dónde estás?”
–Pete Brown (Ashtead, Reino
Unido, 1940) y Kip Hanrahan (Nueva York, 1954) colaboraron con usted en varias
canciones de este nuevo álbum. Todos sabemos que su relación con Pete Brown
data de sus días con “Cream”, pero usted también ha hecho migas con Kip
Hanrahan a través de los años.
–Kip Hanrahan escribió “Hidden
Cities”, por medio de él fue que yo conocí la música cubana y afrocubana.
“Él tenía aquellas bandas
magníficas y solíamos ir a Nueva York mucho. Ciertamente grabamos unos discos
muy cool. Yo aprendí bastante de Kip, es uno de mis amigos más cercanos. Así
que visitó mi hogar en Palma de Mallorca y escribió esa letra, aunque sólo fue
una excusa para hacerlo venir allá y cotorrear un rato…”.
“Mientras la oscuridad del
sucio río se va juntando
Y los propietarios de la
tierra y del agua son unos pocos
La noche pertenece a todas las
canciones iracundas y cantores”
–Usted ha sido extremadamente
exitoso entrecruzando géneros varios no sólo en este nuevo álbum, sino a lo
largo de su trayectoria musical.
–Claro, eso es lo que hago.
Pero pienso que alguien como Eric Clapton, quien hace básicamente una cosa, es
grandioso a pesar de que ha entrecruzado más géneros en años recientes, tocando
un poquito de jazz aquí y allá.
“Sin embargo, yo siempre he
disfrutado tocar distintos tipos de música y con diferentes músicos porque lo
encuentro realmente interesante, como el aprender de Kip Hanrahan y trabajar
con él. Existe un percusionista de congas llamado Milton Cardona (fallecido en
septiembre de 2014) quien me ha enseñado muchos fundamentos de tambor mayor, es
un sacerdote de la santería y conoce su oficio tal como era ancestralmente, a
la perfección”.
Enseguida fragmentos del
capítulo 14 de las “memorias oficiales” del músico Jack Bruce: Composing
Himself. The Autorized Biography (“Jack Bruce: Composición de sí mismo”)
redactadas por Harry Shapiro en 2010 para la editora londinense Jawbone, donde
se habla de aquella banda con enfoque latino o afroantillano The Cuicoland
Express.
“Nuevos
comienzos”
El primer encuentro de Horacio
El negro Hernández (La Habana, 1963) con el baterista libanés Robby Ameen fue a
comienzos de los años 80 en Cuba. Luego se vieron en Roma y finalmente en Nueva
York, donde Robby grababa para American Clavé. Robby realizó las conexiones
necesarias para que Horacio se uniera al equipo.
Horacio y Jack Bruce (JB)
hicieron su encuentro formal en Nueva York durante las sesiones para la
grabación del álbum “Shadows In The Air” a finales de 1999 y comienzos del año
2000. Resultado de un nuevo contrato con Sanctuary Records, este álbum rico e
intenso contó con una hermosa producción y grabación. Sin embargo,
Warner/Chappell Music lo rechazó con el argumento de que no era un disco
“nuevo” pues entre los 14 temas se incluían seis que ya antes habían aparecido.
Tres de ellos databan de los tiempos de “Cream”: “Sunshine Of Your Love”,
“White Room” y “Dancing On Air”.
No obstante, esta era la
primera vez que JB intentaba reinterpretar aquellas canciones en un disco
utilizando sección rítmica latina. Funcionó de maravilla, refrescando el sonido
a tres décadas de su aparición original.
El bataquero Hernández
considera que las estructuras rítmicas ya se hallaban en su salsa desde las
composiciones originales de JB, compartiendo éste lo que El negro llama “un
lenguaje rítmico común con los músicos latinos”, de tal modo que la transición
al sentimiento afrocubano fue sencilla.
JB asimismo volvió a grabar
“He The Richmond”, “Boston Ball Game 1967” y “Out Into The Fields”, las cuales
siente integradas en armonía sin quedar sumergidas por la sopa de rock pesado
como en un álbum de West, Bruce & Laing. Pero son dos de las canciones escritas
con Kip Hanrahan dedicadas a (los músicos norteamericanos) Tony Williams y
Larry Young:
“Directions Home” y “Milonga” (ésta llamada así por su relación
con la forma musical y danza argentina del tango), las cuales aportan la prueba
–¡cual si hiciera falta!—de que a casi 40 años en su proceso de compositor, la
brillantez creativa de JB no había perdido lucidez.
Kip cuenta varios métodos de
escribir con JB, “todos muy refrescantes para mí. Jack podía tocar el piano
creando melodías y descartándolas. Yo las tocaba de vuelta, escuchando tonadas
para ponerles letra y construir las canciones a partir de ellas”. Si había
discusión en cuanto a alguna, Kip le preguntaba “¿qué hubiera hecho Pete
Brown?”, pero JB “nunca te dará una contestación directa”. (Kip afirma que
adora las letras de Pete, aún cuando él sabe que su sentimiento no es
recíproco.)
“Grabamos buena parte de
‘Shadows’… de igual modo como yo lo haría con mis propios discos –continúa
Kip–. “No siento que fuese mi banda, éramos sólo un grupo de amigos, podíamos
escribir canciones en el estudio. Así que con ‘Mr Flesh’, por ejemplo, podíamos
decidir poner un ritmo de cumbia (de Colombia) encima de otra rítmica de
dancehall (salón de baile), para lo cual llamaba a Robbie Ameen y al Negro
Horacio Hernández. ‘¿Okey, cumbia encima de dancehall? Okey, ¿qué tan rápido?
¿Línea de bajo para ésta, Jack? En cuanto la letra, vamos a ver…’.”
Para Horacio, las sesiones de
grabación fueron un deleite. “Era pura alegría tocar esas canciones,
especialmente ‘White Room’ porque yo me la aprendía cuando tenía 12 años y como
empieza en (tempo de) 5/4, pensaba: ‘¡Guau!, ¿qué es esto?’ En el estudio con
JB, añade Kip, “todos sentíamos que creábamos algo, que todo mundo estaba
ayudando a los demás. Apenas comenzábamos a tocar, sabía bien que las personas
allí eran las adecuadas”.
The Cuicoland Express salió de
gira en 2001.
“¡Hombre, realmente
cocinábamos nuestra música muy bien en aquel entonces! –dice Horacio El negro
con un resplandor en sus ojos—, iban Robby Ameen como segundo baterista; y
Richie Flores en las congas, “era una interacción total de ritmos, nada que ver
con quién tocaba más fuerte, sino en conversación rítmica.
“Era una banda de world-music
con música nuestra, el funk de Bernie Worrell, el jazz de Vernon Reid, y Jack
tocando al fondo algunas de sus canciones clásicas pero de una forma
completamente distinta. Y Jack es el mejor líder de grupos musicales con quien
yo haya trabajado. Sin embargo, él también desea ser parte de la banda, todo
emanaba a partir del respeto, jamás nos ordenaba: ‘Tú tocas esto y tú esto
otro’.”
El pianista Bernie Worrell
(Nueva Jersey, 1944) destaca que The Cuicoland Express “es mi agrupación
favorita con Jack. Podías llegar a donde quisieras. Era fácil, caliente,
relajado. Jack se divertía con eso. Teníamos estructuras; empero, había
cambios; aportabas giros ahí, colores, sombras, acentos, puntuación en el
diálogo. Una cosa cool, una onda curativa”.
De hecho, la música
revolucionó dentro del autobús del tour. Horacio asegura que todo se grabó y
que los músicos podían escuchar sus partes y pensar acerca de cómo cambiarían o
improvisaban cosas para tocarlas la noche siguiente. JB no estaba acostumbrado
a involucrarse en esta especie de post-mortem, si bien haberlo hecho habla del sentido
de buena voluntad general que existía entre los músicos. Tal acercamiento
resplandece tanto en el DVD de su actuación en Cambridge Feyre de Inglaterra,
en julio del 2002, como en las grabaciones “perdidas” del concierto Melkweg en
Amsterdam, de octubre del 2001.
The Cuicoland Express andaba
de gira en el amanecer de un interés considerable en torno a la música cubana
que había encendido su chispa gracias a la promoción de Ry Cooder con Buena
Vista Social Club (1997). Desgraciadamente, dicha gira tuvo que suspenderse
debido al 9/11. Sus presentaciones estaban concertadas para octubre del 2001 en
Europa y sin embargo, un montón de fechas por una gira en Estados Unidos
cancelaron.
De todos modos, la banda se
juntó para grabar el siguiente álbum de JB en la disquera Sanctuary, registrado
en Nueva York con mezclas en Park Gate Studios durante 2002 y 2003, y
coproducido por Kip Hanrahan. En el álbum previo participaron Gary Moore y Eric
Clapton, aunque para estas sesiones JB confinó al personal de la banda con que
había realizado esa gira, más su hijo Malcolm y Goffrey Townsend, un
guitarrista que había conocido en 2002 durante un tributo a Los Beatles
denominado Walk Down Abbey Road…
Los sonidos latinos hipnóticos
y deslumbrantes de esos últimos dos álbumes agregaron nuevos contornos al
panorama sonoro de JB. Pero un aspecto de la música mantiene su constancia (ya
que las composiciones se despliegan y van siendo texturizadas en el estudio y
las letras atraviesan por borradores repetidos, cualquiera tarda en extraer la
esencia completa de lo que escucha. Cual brandy fino, la música mejora con los
años y merece ser paladeada), y lo mismo aplica en Songs For A Tailor y en More
Jack Than God, discos solistas de JB, de 1969 y 2003 respectivamente.
No obstante, JB no promovería
aquel nuevo álbum. Kip dice que todavía tuvo problemas con JB por la grabación,
las letras o lo que fuera; pero que entonces “la disputa no fue tan intensa,
sino que hubo una suerte de situación embarazosa”.
Jack Bruce se encontraba gravemente
enfermo (…)
Sólo
se vive dos veces
Ya hacia 1979, la afición de
Bruce por las drogas lo llevó casi a la bancarrota. En 1997 le diagnosticaron
cirrosis hepática y para el 2003, le transplantaron el hígado. Luego de cumplir
68 años de edad, declaró al periodista Paul English:
“En algún momento con ‘Cream’
ganamos más dinero que cualquiera de las demás bandas de rock. Era increíble.
Cuando tenía veintitantos años, no creo que ninguno de nosotros esperaba ni
quisiera vivir más allá de los 30…
No estoy orgulloso de haber sido un adicto,
pero pude salir. Todo aquel quien lo ha sido se arrepiente. Si dices que no
lamentas los años desperdiciados y el dinero que te negaste a ti mismo por la
adicción, serías un baboso… Si yo tuviera la oportunidad de vivir otra vez, no
lo haría de igual forma…
“Toda una generación se
destruyó en mi Glasgow natal de los años 70 por la heroína. El único consejo
humilde que daría es: ‘Nunca pruebes las drogas porque si las pruebas, te van a
gustar’. Y si te metes en broncas por la adicción, debes conseguir la máxima ayuda
posible para salir. La manera de parar su uso es abandonarlo por uno mismo.
Puedes ir a miles de clínicas, pero eres tú quien debe querer dejar de usar la
droga por convicción propia”.
Y sobre su lucha contra el
cáncer:
“Soy la prueba viviente de que
el cáncer puede superarse. Es en verdad terrorífico, pero hay algo en los
humanos de que poseemos esta fortaleza interior que parece salir a flote cuando
más la necesitamos. Resulta sorprendente lo que puedes lograr cuando tienes tal
fuerza; pero hay personas que han sufrido mucho más que yo, por lo que trato de
no abundar sobre esto…
Aunque suene extraño, desde
que obtuve mi nuevo hígado hay cosas que ya no disfruto. Me encantaba la comida
hindú, pero ahora ya no.
Me hubiese gustado haber conocido más acerca del
donador y su familia, pero ellos no permitieron difundirlo al Hospital
Addenbrooke de Cambridge donde fui operado. Tampoco sé nada de la familia de
quien me lo donó. Sin embargo, pienso que todos deberíamos registrarnos para
ser donadores de órganos. Gente como yo sobrevivió a causa de dicha
generosidad.
“Hace dos años dije que estaba
a punto de retirarme y entonces me llovió un mundo de ofertas para trabajar.
Supongo que por ellas es que sigo en la música. Todos tenemos papeles que vivir
en nuestra existencia. Soy padre y esposo, soy abuelo; pero básicamente yo me
siento justificado por estar vivo únicamente cuando me hallo arriba del
escenario.”
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